lunes, 18 de abril de 2011

Arde o Pazo 2011. Así o viron os xornais

Las tropas francesas toman Mos
Los vecinos representan la invasión del ejército de Napoleón a su pueblo en 1809
(Faro de Vigo)

Mos retrocedió ayer 202 años para revivir su historia, la invasión de su pueblo por parte de las tropas napoleónicas. Miembros de las asociaciones mosenses se convirtieron en actores por un día y representaron la historia sin eludir las muertes ni los ahorcamientos. La fiesta acabó con efectos especiales simulando el incendio del pazo.
Dos siglos después, el Pazo dos Marqueses de Mos volvió a arder, esta vez con efectos especiales. Varias asociaciones mosenses fueron las encargadas ayer de recrear la invasión del ejército de Napoleón a su pueblo en 1809.
Repartidos los papeles, unos caracterizaron a los franceses y otros a los lugareños. A mediodía la parroquia de Mos se convirtió en un plató de cine, con decenas de actores pero sin cámaras. No faltó detalle y se escenificaron las hitos históricos claves: el saqueo del mercado del ejército del general Maucune, la captura de los marqueses y su familia, la emboscada de los héroes locales (el caudillo de San Antoíño y el comandante da Louriña, el fraile Francisco Giráldez) así como el ahorcamiento de varios franceses.
El final no tuvo sorpresas, el ejército invasor plantó fuego al pazo. Eso sí, en este caso la escenificación se limitó a un simulacro dirigido por un profesional de efectos especiales.
La fiesta "Arde o Pazo" destaca por su lograda caracterización y fidelidad a la historia de hace dos siglos. Sin embargo, no se limita a su aspecto teatral. Los organizadores, la Asociación Xuvenil Mos-keo Colectivo y el Círculo Cultural Santa Eulalia de Mos, la enriquecieron con un mercadillo de artesanía que incluyó productos gastronómicos como pulpo á feira y tabernas de la zona que ofrecieron vinos de la comarca. Asimismo, hubo demostraciones de oficios tradicionales como herrero, alfarero, tornero o carpintero.
Por la tarde, la fiesta se enriqueció con juegos tradicionales para los niños y una lucha dialéctica en clave de regueifa entre los populares Benito Lobariñas y Luis "O Caruncho", que encarnaron a un francés y a un gallego.
Además de charangas y pasacalles, los mosenses hicieron las paces con un taller de bailes franceses.

Los vecinos de Mos hacen frente a los franceses y el calor
(La Voz de Galicia)

Pega el sol y toca pelear. Pereza a un lado y sacho en la mano, que los franceses no pueden derrotar a los vecinos de Mos. No hay calor cuando se trata de luchar para repeler a las tropas de Napoleón aunque, como el año pasado y el anterior, acaben destrozando el Pazo dos Marqueses.

Entre tregua y tregua, un momento para tomar algo de pulpo con un vino, aprender a bailar danzas bretonas o comprar artesanía. Así fue la jornada de todos los vecinos de A Louriña que disfrutaron de la representación de Arde o Pazo, una iniciativa de Moskeo Colectivo y la asociación cultural Santa Eulalia que este año cumple su tercera edición. Para apoyar a los más de 40 actores que interpretaban a los franceses y los héroes locales, todos los vecinos se volcaron. Disfraz sencillo y ganas de lanzarse verduras o piedras de papel eran los únicos requisitos para participar en la batalla. Los esfuerzos consiguieron atrapar a cinco soldados, que fueron fusilados sin piedad para resarcirse tras los destrozos en el mercado.

Aunque sin duda uno de los momentos de más expectación, con cientos de participantes, fue la emboscada que tendieron a las tropas mientras marchaban en dirección a Tui.

Efectos especiales

Como no todo iba a ser pelea, la jornada estuvo carga de música por todas las esquinas, charangas, grupos de folclore y otras notas sonaron en el entorno del Pazo de Mos. Para rematar la cita, un espectacular incendio con efectos especiales y pirotecnia recordó cómo el edificio resultó destrozado.

La puesta en escena corrió a cargo de Ricardo Spencer, un experto en efectos de este tipo en el sector del cine que no escatimó iluminación para que los balcones del edificio parecieran arrasados por las llamas. Ahora ya se sabe el siguiente paso: empezar a preparar la próxima edición de Arde o Pazo.